Y se acerca la cuenta
regresiva, todos atentos a lo que está por suceder, que casi siempre es nada.
El 06/06/96, y el diablo escondido que no apareció, el 01/01/2000, que no nos
formateó las computadoras, el 05/05/2000, que nos alineó los planetas, pero nada
más, el 06/06/2006, y el diablo que siguió escondido.
Fechas van y vienen, y el
tiempo (el más chancho de todos los chanchos) que nos mira, nos apunta con el
dedo y se va, riéndose y trotando sin parar por nada ni por nadie.
Nos gusta pensar que lo podemos domesticar, le ponemos una
etiqueta de números, le amarramos la pata, pero el chancho sigue adelante,
moviéndose y con ello, moviendo todas las cosas que nos importan de verdad (a
ese punto quería llegar). La fecha está llegando, y no importa qué tan falsa o
usada esté, nunca está de más buscar el pretexto y echarlo a caminar para
hacernos preguntas.
Si, dependiendo del punto de vista hay un mundo que se acaba o un mundo que empieza, puede resultar
divertido y hasta provechoso el pararse (aunque sea por pura superstición) a
pensar.
Pensar, por ejemplo, qué cosas van a terminar o qué cosas
empiezan. Siempre hay mucho de sueño y sombra en los deseos de cada persona, y
no podemos ser la excepción para hacer nuestras listas, aprovechando la ocasión:
Lista Negra (los
chanchos que ya no deberían estar)
- Imagina que lo que necesitabas ya no te hace falta más. Tu, chancho de ti, te has hecho viejo y sabio (no siempre) y has aprendido que lo que te quita el sueño es algo que ni siquiera vale la pena soñar. Bendito don del hombre el de olvidar.
- La vida en piloto automático, el ciclo de despertar - ganar sueldo - gastar sueldo - dormir, los proyectos postergados, la vida postergada. ¿Cuánto hemos perdido? Cuánto tenemos todavía por ganar!
- Las apariencias, el mundo de las apariencias, el terno que convierte al más cerdo en caballero, la falsa bondad, posar para la foto “haciendo el bien”, es como ser un parásito que se aprovecha de la debilidad o de la pobreza de los demás. Invertir 10 en ayudar y 90 en publicitar la acción de ayuda. “Mírame, mírame, que bueno soy”. Un asco!
Lista Blanca (los
chanchos inmortales y por nacer)
- No olvidar, no olvidar, no olvidar. Nietzsche, los perritos que persiguen su propia cola y los griegos concebían a la historia como un eterno retorno donde lo que fue volverá a ser (el uróboros), dicen que en la repetición está el gusto, pero en la repetición del error solo puede estar la locura o la taradez (palabra no oficial). Bendito don del hombre el de no olvidar.
- Crear todo lo creable, ideas nuevas, tiempos nuevos, libros, niños y espacio para ayudar a crecer a esos niños; en ese orden o en cualquier orden posible, lo importante es que se haga.
- Hacer el bien aunque parezca mal, renunciar a tomar como partida el camino de lo que se ve “bonito” o lo que se gana el aplauso en general. Ser bueno con el otro, incluso cuando el otro piense que lo estás matando. Respetar y ser justo, hasta el extremo más brutal. Ser intolerante hasta el extremo de lo higiénico.
Es una maravilla que, aunque el mundo se acabe, uno pueda
seguir en otro mundo, que es casi igual al primero, pero que el olfato nos
indica que tiene algo de diferente. Cerrar las puertas, abrir otras puertas,
cumplir con la promesa de publicar en el blog al menos una vez al año, ir más
allá de la promesa y seguir, seguir, seguir…
Y así continúan las cosas, todo termina, todo empieza mejor.
Ojalá los periódicos de mañana, que hablan del “hombre cerdo del apocalipsis” también
hablen del “hombre chancho del mañana”, nunca está de más, en medio de la
ridiculez, mostrar un poco de esperanza.